Cuando pensamos en ocio y descanso, los destinos de naturaleza, y concretamente el enoturismo, han ganado muchos puntos. Resulta muy atractiva la idea de pasar un fin de semana al aire libre, envueltos en la calma de un mar de viñedos. Visitar después las bodegas, donde los caldos alcanzan su edad en silencio. Y catar, luego, los vinos. Placeres exquisitos que ofrecen las bodegas Nexus & Frontaura desde su sede en Pesquera del Duero (Nexus), o Toro (Frontaura & Victoria), establecidas hace más de veinte años a orillas del río Duero, y donde aúnan la gestión de su patrimonio natural, con la producción, la estrategia empresarial y la cultura. Una experiencia inolvidable, que incluye la posibilidad de alojamiento en un hotel con encanto, propiedad de la firma, en el casco histórico de Valladolid.
Recepción y bienvenida
El primer encuentro es el punto de partida para iniciar una inolvidable experiencia vitivinícola y cultural, en una tierra de poderosa identidad y clima peculiar, abrazada por el río que atraviesa el corazón de Iberia, renombrado “eterna estrofa de agua” , por el poeta Gerardo Diego (Gerardo Diego - Río Duero , Río Duero).
Visita al entorno
Es el momento de recorrer los viñedos. Un relajado paseo entre cepas centenarias que mantienen sus propias reglas y nos van mostrando su personalidad ofreciendo una materia prima de excelencia, cuya reina es la variedad Tempranillo. Ciento cuarenta hectáreas de cepas prodigiosas (60 de ellas en la Ribera del Duero, más 80 en Toro) que se alzan como esculturas naturales defendiendo su singularidad, en suelos pobres, clima extremo y exposición constante a la luz del sol, que convierten su fruto en rojo pasión.
La visita a la villa de Toro, tiene el aliciente de transportarnos a las raíces de nuestra identidad cultural, convirtiéndose en un paseo por la historia en la que nuestra marca es en sí misma un emblema de este territorio: la Casa-Palacio de los Frontaura y Victoria, construida en 1574 por orden de D. Pedro Aponte.
Visita a bodega
Se trata de un edificio de arquitectura castellana propia de la zona de Toro que conserva la estructura de una bodega tradicional. La visita dentro de la bodega, comienza por la sala de recepción de las uvas. Siguiendo el recorrido se llega a la sala de fermentación y después a la sala de crianza, un recinto donde reposan las barricas de roble francés Allier hasta que el vino está listo para embotellar. A continuación, se muestra la sala de embotellado, etiquetado y almacenamiento. Desde esa sala preparan las botellas para viajar a los más de 25 países dónde exportan el vino estas bodegas. Una lección inolvidable para quienes aman el vino y el conocimiento.
La experiencia
Llega el momento de saborear los vinos de estas bodegas de la mano de Camino Pardo, propietaria y una de las mejores embajadoras del sector vinícola en España, especialmente de las D.O. de Castilla y León: Toro y Ribera del Duero. Durante la extensa cata se prueban vinos de las dos bodegas Nexus y Frontaura. Por un lado, los vinos de la D.O. Ribera del Duero de Bodegas Nexus, y por otro, vinos procedentes de la D.O. Toro. La cata, según palabras de Camino Pardo, que es también directora general de la firma, “es una experiencia organoléptica, en la que se pueden percibir las propiedades de los vinos por medio de las impresiones que nos comunican nuestros sentidos: aromas, colores, brillo, untuosidad, estructura, golosidad o armonía entre otros.”
La emoción. Los vinos
El vino existe para disfrutar por encima de todo de una experiencia sensorial, y crear vínculos en los que se comparten emociones y experiencias estéticas. Cada cual debe formar su criterio propio, dejándose llevar un poco, acercándose con sencillez.
Almuerzo y visita a medida
La experiencia termina con un delicioso almuerzo entre barricas con los mejores productos autóctonos y sus recetas tradicionales, todo ello regado con jugosos caldos de las bodegas, cálidos y ricos en fragancias y matices. La experiencia puede disfrutarse perfectamente en un solo día, o extenderla al fin de semana.
Bodegas Nexus & Frontaura personalizan la experiencia de enoturismo a las preferencias de los visitantes, para intentar adaptarse a las expectativas de los clientes. Imprescindible cita previa según disponibilidad.